María José León Quinteros, Est - Amy Amelia Tigrero Pilay, Est - Irina Aldana Baque Reyes, Obst.
La educación intercultural en salud representa un pilar fundamental para fortalecer el respeto, la
comprensión y la integración entre los diferentes sistemas de conocimiento que coexisten en una
sociedad. En contextos como el latinoamericano, donde la diversidad cultural es amplia y los saberes
ancestrales continúan teniendo un papel relevante en la vida de las comunidades, resulta indispensable
promover un enfoque sanitario que reconozca la validez de ambas perspectivas: la medicina moderna y
las prácticas tradicionales (Organización Panamericana de la Salud [OPS], 2019). Este enfoque busca
no solo mejorar la atención médica, sino también garantizar que los servicios de salud sean
culturalmente pertinentes y accesibles.
En este marco, el técnico superior en enfermería adquiere un rol trascendental. Su formación lo convierte
en un profesional capaz de establecer un puente comunicativo y operativo entre los conocimientos
científicos y las prácticas ancestrales de salud (Cáceres, 2020). Su cercanía con la comunidad, sumada
a su competencia técnica, le permite desempeñar funciones que van más allá del cuidado clínico,
involucrándose en procesos educativos, de prevención y de promoción de la salud que valoran la
interculturalidad como una herramienta para el bienestar colectivo (Jiménez & Rojas, 2021)
El diálogo entre los saberes médicos modernos y ancestrales ha sido históricamente complejo, marcado
por tensiones, prejuicios y desvalorizaciones mutuas. Sin embargo, en las últimas décadas, la salud
intercultural ha emergido como una propuesta que promueve el respeto y la complementariedad entre
ambos sistemas (Ministerio de Salud Pública del Ecuador [MSP], 2018). La educación intercultural, en
este sentido, se convierte en el medio por el cual los profesionales de enfermería pueden adquirir
competencias para reconocer la diversidad cultural y aplicarla en la práctica diaria con ética y
sensibilidad (Quishpe, 2018).
La incorporación de la interculturalidad en la formación y práctica del técnico superior en enfermería
permite una atención más humana, integral y contextualizada. Esto implica no solo comprender las
enfermedades desde el punto de vista biomédico, sino también reconocer los significados culturales
asociados al proceso de salud-enfermedad en distintas comunidades (Arias et al., 2022). De esta
manera, el profesional se convierte en un mediador entre el hospital y la comunidad, entre el laboratorio
y la sabiduría tradicional, fomentando la confianza y el respeto mutuo.
Además, la educación intercultural fomenta la participación activa de los pueblos originarios en la
construcción de políticas y programas de salud. El técnico en enfermería, al estar en contacto directo con
la población, puede canalizar las necesidades y perspectivas culturales de las comunidades hacia los
sistemas institucionales de salud. Esta función de enlace contribuye a una atención más inclusiva,
equitativa y eficaz, fortaleciendo la legitimidad del sistema sanitario ante la diversidad social
En definitiva, la educación intercultural en salud desde el rol del técnico superior en enfermería no solo
responde a una necesidad académica o institucional, sino también a un compromiso ético con la
diversidad y la equidad. Al promover la integración de saberes médicos modernos y ancestrales, se
impulsa una visión holística de la salud que reconoce que el bienestar humano no depende únicamente
de los avances científicos, sino también del respeto por las raíces culturales y espirituales que conforman
la identidad de cada pueblo
MATERIALES Y MÉTODOS
DISEÑO DEL ESTUDIO
El estudio adoptó un enfoque descriptivo de tipo transversal, orientado a conocer la percepción que
tienen los estudiantes de Técnico Superior en Enfermería sobre la educación intercultural en salud este
diseño permitió observar la realidad en tiempo real, sin necesidad de seguimiento prolongado, lo cual
facilitó obtener una visión general de cómo se integra la interculturalidad dentro de la formación técnica y
en las prácticas cotidianas de cuidado. A través de este enfoque fue posible describir la forma en que los
futuros profesionales conciben su papel como puente entre los saberes médicos modernos y los
conocimientos ancestrales, permitiendo además identificar fortalezas y aspectos por mejorar en la
preparación académica relacionada con la atención intercultural.
POBLACIÓN Y MUESTRA
La población estuvo compuesta por los estudiantes matriculados en la carrera de Técnico Superior en
Enfermería pertenecientes al Instituto tecnológico universitario de formación de segundo nivel STEPF3-
1A, de la asignatura farmacología básica y medicina ancestral para la selección de la muestra se empleó
un muestreo no probabilístico por conveniencia, donde participaron quienes manifestaron su interés en
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Vol.7 No.2, ISSN 2600-5832, diciembre, 2025