La consolidación de la identidad nacional. Una tarea pedagógica de la escuela cubana.
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Vol. 12 No. 1, ISSN 1390-9789, abril, 2024
INTRODUCCIÓN
El presente siglo XXI, distinguido por múltiples adelantos científicos y tecnológicos que facilitan una
rápida transferencia del conocimiento y promueven relaciones culturales que traspasan fronteras y
generan una multitud de productos, algunos de ellos pseudoculturales, que aspiran a homogeneizar
maneras de pensar, sentir y actuar del ser humano, ello explica la premura de reforzar la memoria
histórica así como la capacidad en el ser humano del auto-reconocimiento de los mitos, códigos,
símbolos y tradiciones que caracterizan y regulan sus relaciones como expresión de identidad nacional.
La identidad nacional no debe asociarse a lo inerte, pues forma una compleja estructura dialéctica que
está en constante actualización y renovación. De ahí el papel de la educación para fortalecer desde las
primeras edades el ser nacional, manifestado en el orgullo nacional y el sentido de pertenencia a la
cultura y al proyecto social, en este caso cubano.
La escuela, como institución social, posee la misión de potenciar los elementos distintivos que permiten
preservar, desarrollar y difundir lo autóctono, a través de generar el conocimiento de los elementos que
distinguen y tipifican a la nación. Al referirse a esta tarea, el profesor Díaz (2007) expresaba “(…) todos
los elementos forman parte de la historia, de la cultura y de la identidad nacional y de cada territorio, la
institución encargada de divulgarlos, darlos a conocer es la escuela cubana” (p.6). Ello evidencia el
papel de la escuela y del docente para la preservación y consolidación de la identidad nacional.
En el proceso de consolidación de la identidad nacional desde un enfoque pedagógico debe
reconocerse el lugar de los modos de actuación profesional pedagógico, no solo desde el punto de
vista teórico, sino también práctico, en la actividad profesional pedagógica; analizar las relaciones y
retos que ello implica desde la experiencia cubana constituye el propósito principal de este artículo.
Para lo cual se necesitó de la aplicación de un sistema de métodos que incluyó: análisis y síntesis,
sistematización teórica, triangulación de fuentes y la hermenéutica.
DESARROLLO
Identidad e identidad nacional. Referentes teóricos.
La sociedad como colectividad organizada, que se identifica en el contexto de la diversidad, se
estructura a partir de su sistema económico, del que emana la superestructura sociopolítica y muy
vinculados a ella los códigos morales, las normas, costumbres, tradiciones, modos de pensar, sentir y
actuar, que como bienes materiales y culturales connotados y continuados a través del tiempo,
constituyen argumentos para mantener su identidad nacional.
Una aproximación teórica a la identidad nacional demanda en un primer momento analizar el término
identidad, el que etimológicamente se deriva del sustantivo latino identitas, identitatis, que a su vez se
deriva de ídem, que significa, “lo mismo” haciendo reseña al conjunto de rasgos propios e inherentes a
un sujeto, un objeto, un proceso socioeconómico o a un espacio geográfico, que avalan su unidad y
singularidad en el contexto de la diversidad, ello evidencia lo polisémico del término.
Los juicios y definiciones formuladas por diferentes autores como Arjona (1986), Rodríguez (1995),
Pogolotti (1995), Silva (2005), Despaigne (2012), demuestran la conjugación de productos naturales,
sociales, políticos y culturales en su tratamiento, desde dimensiones personales, familiares,
comunitarias, sociales territoriales, profesionales.
A pesar de estudiar a la identidad desde diferentes dimensiones, los autores manifiestan puntos
concordantes al analizarla no como una propiedad intrínseca del sujeto sino como un proceso complejo
que surge y se desarrolla en la interacción cotidiana y que designa la igualdad y, por consiguiente, la
diferencia que se manifiesta entre grupos humanos de igual naturaleza, coinciden también en reconocer
la necesidad de mecanismos de autoconciencia, identificación, lealtad y pertenencia en torno a una
congregación humana en los diferentes ámbitos de actuación.
En su dimensión territorial, la identidad nacional se encuentra asociada con el quehacer de un estado
– nación, lo que implica la existencia de un espacio delimitado objetivamente, así como una población