Glenda Karina Avilés Zambrano. Lic.- Aniza Maricela Álvarez Jorge, MSc - María Luz Rodríguez Cosme. PhD
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Vol. 12 No. 2, ISSN 1390-9789, agosto, 2024
implementan estrategias destinadas a transformar, mejorar y desarrollar estas variantes para el
desarrollo de acciones formativas a través de la utilización de medios y recursos tecnológicos (Gruezo
y Marien, 2016).
Referido al uso de las TIC, las investigaciones son diversas en estos últimos años, en el plano
internacional resulta justo mencionar a Sáez (2003), Castells (2005) entre otros, quienes destacan que
las tecnologías de la comunicación e información, son resultado del conocimiento científico, y estimula
la transformación docente y de los estudiantes. No obstante, la enseñanza de las TIC requiere la
implementación de herramientas muy diferentes a las tradicionales en el aula; debiendo responder por
igual a objetivos desde la maya curricular, lo que requiere de la preparación metodológica o la
capacitación a los docentes en cualquier nivel educativo.
Un antecedente esencial para esta tesis es el estudio de Hidalgo (2017) en Ecuador, al realizar 700
encuestas a docentes del nivel de Bachillerato y Universidad, comprobando a partir de los resultados
ofrecidos con la encuesta que el 70 % de los docentes refirieron que no utilizaban las TIC por las
siguientes razones “ todos coincidimos en reconocer la significación que tiene la tecnología para el
desarrollo del docente y el aprendizaje de los estudiantes, pero requiere de un tiempo mayor para su
auto preparación pues debe pensar en las disciplinas que imparte, cómo ubicarla, para qué utilizarla y
qué lograr con cada recurso de los entornos virtuales que se utilicen” (p.45)
Estas valoraciones realizadas por los docentes, permitió ampliar la muestra a especialistas de otros
países latinoamericanos quienes coincidieron en sus valoraciones, aludiendo que muchos docentes si
conocían cómo incorporar las TIC a las educaciones, al menos lo elemental. Pero alegaban razones
diversas tales como: Por ejemplo, referían que no existe una adecuada infraestructura tecnológica en
las instituciones educativas ubicadas en zonas rurales, o no todos los estudiantes de montaña por sus
pobres recursos acceden a un celular androide u otro tipo de equipo tecnológico, entonces para qué
orientar de forma sistemática esta búsqueda a través de las TIC.
En este mismo sentido, Buenaño (2019) en su artículo “Tecnología y Educación: un largo camino por
recorrer”, valora en que aún no se alcanza el uso de las herramientas digitales por docentes y
estudiantes que corrobore desarrollo de habilidades de investigación y tecnológicas, a pesar de algunas
capacitaciones que se ofrecen gratis por google. Por otra parte, Arteaga, (2021), Cevallos et al (2022),
Pazmiño et al (2022), entre otros destacan, la significación de las TIC en los procesos educativos con
énfasis en la educación general y el Bachillerato. Incluso se han realizado aportes con estudio de casos
en el Ecuador, o estrategias que brindan al docente el cómo realizar estas contextualizaciones en la
práctica educativa.
Pero los docentes en ocasiones, no tienen tiempo para su estudio personal que les permita prepararse
desde nuevos contenidos para enfrentar las clases, y enriquecer la Pedagogía y la didáctica y en otras
ocasiones carecen del medio tecnológico en casa, para su mejor actualización o tienen limitaciones en
sus habilidades en TIC, e incluso cuando se capacitan lo hacen por obligación o por subir la escala
salarial, pero no siempre asumen la importancia para los dominios cognitivos que favorecen su mejor
desempeño.
Los nuevos enfoques acerca de la Pedagogía social en Latinoamérica corroboran que los docentes
requieren demostrar en la práctica educativa, procederes novedosos con la utilización de métodos
productivos en las clases, donde se estimule el intercambio comunicativo, de modo que el estudiante
en colaboración con el grupo, sea capaz de aprender a través del diálogo, sus comentarios,
valoraciones convirtiendo su aprendizaje en significativo para su vida.
Estos postulados forman parte de la corriente pedagógica del constructivismo que predomina en la
educación ecuatoriana y en otros países de América Latina. En este sentido Bandura (2020), un
seguidor del constructivismo, destaca y se cita “el estudiante en plena relación con sus colegas de
grupo debe interactuar con sus colegas de grupo en la búsqueda de nuevos conocimientos con el uso
de las TIC, dígase entornos virtuales, herramientas digitales, orientación de trabajos fuera de clase,
búsqueda de nuevas conceptualizaciones en google para la profundización en contenidos y el
desarrollo de habilidades en el uso de las TIC” (p. 8).