Yadira Aguilar Vinajera, Msc. - Adia Gell Labañino, Dra. C.- Ariolki Fumero Pérez.Dr. C.
33
Vol.13 No.1, ISSN 1390-9789, abril, 2025
INTRODUCCIÓN
Las relaciones sociales del hombre en los distintos momentos de su desarrollo son un elemento significativo
en la formación de la personalidad. En estas, la comunicación tiene un lugar importante porque ella constituye
una necesidad vital del ser humano, se manifiesta desde su nacimiento, su satisfacción está asociada a la
sobrevivencia. Los recursos iniciales que expresan esta necesidad son muy variados, por ejemplo, el llanto
y la risa. Es precisamente en las relaciones con otras personas que progresivamente, el niño se apropia del
lenguaje como instrumento de la comunicación.
La comunicación se concibe como un proceso interactivo que se va construyendo permanentemente por los
sujetos que participan en esa relación peculiar. La actividad que desarrollan los sujetos ocurre de manera
general mediante el sistema de relaciones sociales que también pueden suceder en el proceso de
enseñanza–aprendizaje, este se desarrolla a través de las relaciones que se establecen entre el profesor y
los alumnos y entre los propios estudiantes, constituyendo la comunicación la vía esencial del determinismo
social de la personalidad, por esta razón todo profesor deberá tener los conocimientos y habilidades
profesionales necesarias para de una manera acertada conducir dicho proceso.
En este proceso debe haber un dominio de las habilidades comunicativas, que favorezca establecer
intercambios de conocimientos, expresar ideas de un texto leído o palabras necesarias para poder comunicar
lo que desea, escuchar con atención la reflexión o el debate de un tema por el profesor o compañero para
poder expresar su interpretación, entonces podemos evidenciar cambios de conocimientos donde se nutren
varias personas.
De ahí que se considere necesario que el profesor se prepare, pues su función extraordinaria puede dejar
una impronta fecunda en sus alumnos o propiciar un deterioro de valores, un desperdicio de posibilidades de
sus educandos. La preparación del profesor no puede descuidar estas consideraciones. Él como formador
y evaluador del desarrollo infantil es a su vez sujeto de un proceso de formación complejo donde se ponen a
prueba concepciones metodológicas y prácticas.
Se estima como aspecto sustancial de la formación pregraduada el enfoque humanista de la educación que
propician brindar oportunidades al desarrollo de las habilidades comunicativas para todos los estudiantes en
formación en dependencia de sus potencialidades, lo cual implica un trabajo cuidadoso del profesor para
valorar la elevada capacidad comunicativa que posibilita más adelante una mayor influencia de la educación
y la enseñanza.
Por lo cual se reflexiona que mediante las habilidades comunicativas el hombre se desenvuelve en la cultura
y la sociedad y a través de su desarrollo, se vuelve competente comunicativamente. Estas
conceptualizaciones se refieren de manera general a los postulados que acerca del desarrollo de la
personalidad, están contenidos en la teoría Socio–Histórico-Cultural de Vigosky (De Cabrera, 2007) se valora
en su concreción metodológica a la labor de formación pregraduada del maestro la importancia de desarrollar
habilidades comunicativas, para el éxito de la transmisión de conocimientos, hábitos, valores, capacidades y
habilidades lingüísticas, habilidades investigativas e intelectuales hacia sus educandos.
En la formación del profesional de la educación preescolar se destaca la importancia del trabajo cohesionado
de los profesores que inciden en ese proceso formativo, a través de los colectivos pedagógicos de carreras,
disciplinas y asignaturas. Ellos tienen importantes tareas en la formación de los estudiantes para ejercer un
buen desarrollo de las habilidades comunicativas, incluso con su ejemplo personal.
Trascendencia especial adquiere el colectivo pedagógico de carrera, ya que en él se está modelando un
pedagogo para la primera infancia que debe distinguirse del resto de los profesionales de la educación por
las cualidades que lo deben caracterizar, atendiendo a su objeto de trabajo. Hoy se aprecia un interés
bastante marcado hacia cómo deben formarse los docentes para la primera infancia y de cómo deben
concebirse las funciones de estos profesionales.
El profesor de carreras pedagógicas, tiene dentro de su rol el de orientar al estudiante para su formación
profesional, brindar atención especializada a todo lo que tiene que ver con formar y desarrollar motivos
profesionales pedagógicos en estos, cuestión que exige una adecuada preparación académica, científica,