Erick Valdospino Méndez, MSc - Grace Canales Munzón, MSc - Jimmy Steeven Cedeño Pacheco, MSc.
2019) informa que la ERC es responsable de 254 028 defunciones totales, 131 008 defunciones en
hombres y 123 020 defunciones en mujeres, además coloca a Nicaragua con 73.9 muertes por cada
100.000 habitantes siendo la cifra más alta de la región, Ecuador presenta 37.4 muertes por cada 100.000
habitantes siendo el séptimo país de la región con más muertes por ERC.
En el Ecuador según la última actualización detallada en el Registro Nacional de Diálisis y Trasplante
(REDT, 2022) la tasa de prevalencia de pacientes con ERC en TRS durante el año 2019 fue de 686,90
casos por cada millón de habitantes y durante el año 2022 fue de 1182,77 casos por cada millón de
habitantes, esta cifra es considerada las más alta registrada hasta ahora, observando la tasa de
prevalencia por provincias, la costa Ecuatoriana tiene las cifras más altas siendo Manabí la primera con
200.65 casos por cada 100.000 habitantes, seguida de Santo Domingo de los Tsáchilas con 190.41 casos
por cada 100.000 habitantes, por lo que está provincias se encuentran en vigilancia para determinar cuáles
son los factores de riesgo que determinan el aumento de esta enfermedad en la población, siendo esta
una necesidad de establecer cuidados de enfermería que permitan mejorar la calidad de vida de cada uno
de los pacientes que se encuentran en las diferentes terapias de sustitución renal.
Como anteriormente mencionamos las opciones de terapias renales sustitutivas para tratamiento de la
ERC en el Ecuador son hemodiálisis y diálisis peritoneal, por lo tanto, si realizamos una comparación entre
el porcentaje de pacientes que se encuentra en cada una de ellas la diferencia es abismal, nuevamente
se toma como referencia los datos del REDT (2022), en el que se observa que solo el 6.26 % del total de
pacientes se encuentra en diálisis peritoneal y 93.74 % se encuentra en hemodiálisis, evidentemente la
terapia de primera elección es hemodiálisis, así que, claramente es necesario aumentar el uso de la diálisis
peritoneal (DP) como terapia de primera elección, estandarizando cuidados que permitan a las enfermeras
brindar una atención adecuada, mejorando la calidad de diálisis y como resultado aumentar la expectativa
de vida.
La diálisis peritoneal continua ambulatoria (CAPD) es un tipo de terapia renal sustitutiva que utiliza la
membrana peritoneal como filtro natural para realizar el proceso de depurar el exceso de toxinas presentes
en la sangre, se trata de una técnica sencilla que consiste en tres fases continúas de un ciclo: drenaje,
infusión y permanencia, se realiza forma continua en número de 3 a 4 recambios al día con permanencias
de 180 minutos hasta 360 minutos, es ideal para pacientes que tienen un tipo de transportador peritoneal
promedio lento y lento (Sociedad Española de Nefrología, 2005).
La diálisis peritoneal (DP) es un tratamiento utilizado en personas con insuficiencia renal crónica, esto
incluye la purificación de sustancias nocivas e inofensivas. No sólo eso, sino que también elimina el exceso
de electrolitos del cuerpo ya que utiliza como filtro el revestimiento del abdomen conocido como membrana
peritoneal, capaz de reducir los desechos que hay en la sangre (Escobar et al., 2021).
En la actualidad existen dos tipos de DP conocidas como diálisis peritoneal continua ambulatoria (DPCA)
la cual se realiza por el paciente de forma manual, por otra parte está la diálisis peritoneal automática
(DPA) que para su ejecución el paciente requiere del uso de una máquina conocida como cicladora, las
indicaciones de una u otra se basan en la preferencia del paciente, el tamaño corporal, tipo de soporte y
transporte peritoneal, características propias de la pared abdominal y la persistencia de la función renal
residual. (Potolés, García, Janeiro., 2021)
En Ecuador la diálisis peritoneal es una terapia poco aprovechada y además se la considera la última
opción para sustitución renal (REDT, 2022), es por esta razón, que se presenta un gran desafío en
establecer medidas basadas en evidencia científica actualizada que permita un adecuado manejo de la
diálisis peritoneal continua ambulatoria, para esto, el trabajo de enfermería es fundamental por lo que son
los encargados de llevar a cabo todos los cuidados y actividades necesarias que permitan a los pacientes
realizarse un tratamiento de calidad, dichas actividades están principalmente enfocadas en el
entrenamiento para el manejo de la terapia en casa, toma de muestras de laboratorio para control de urea,
creatinina, fósforo y potasio, reentrenamientos, cambio de línea de transferencia, control de infecciones,
identificación de riesgos, control de indicadores, visitas domiciliarias, entre otros.
Las infecciones peritoneales siguen constituyendo una complicación muy relevante de la diálisis peritoneal,
por su incidencia todavía elevada y por sus importantes consecuencias clínicas, en términos de mortalidad,
fracaso de la técnica y costes para el sistema sanitario. Las prácticas de prevención y tratamiento de esta
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Vol. 13 No.3, ISSN 1390-9789, diciembre, 2025