Estudio Contextualizado de Competencias Lingüísticas en Niños con Hipoacusia en una Unidad Educativa de Guayaquil

Resumen

La mayoría de las personas con discapacidad auditiva enfrentan una serie de dificultades en determinadas actividades cotidianas y en el desarrollo de las principales facetas de la vida en general. Constituye una realidad que se expresa a nivel mundial, teniendo América Latina la mayor tasa de incidencia. En Ecuador, hasta septiembre del 2019, según el Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades, hay 479.911 personas con algún tipo de discapacidad, 67.335 de estas tienen discapacidad auditiva de los cuales en el cantón Guayaquil, se encuentran 9.999. Del total de personas con discapacidad, solo 46.100 tienen acceso al sistema de educación y específicamente de las personas con discapacidad auditiva en la ciudad de Guayaquil, sólo 730, se encuentran registrados en el mismo. El presente artículo pretende explorar este fenómeno en la Escuela Municipal de Audición y Lenguaje del Cantón Guayaquil, una institución que imparte educación básica-regular, y que persigue desarrollar habilidades lingüísticas en estudiantes hipoacúsicos; plantea la enseñanza de la lengua oral y escrita desde una concepción estructuralista que consiste no en un sistema de normas que gobiernan los elementos aislados para el uso de la lengua, sino que es una colección de estructuras gramaticales como principio que ha de regir la enseñanza. Supone la adquisición de la lengua como un conjunto de hábitos que se logra alcanzar a través del refuerzo, disciplina, orden y repetición, o sea, el principio del estímulo-respuesta, lo que constituye un modesto aporte de las Ciencias Sociales, en general, y de la Psicología en particular. Se realiza un estudio descriptivo con 13 estudiantes de Ciclo Básico, cuyas edades están comprendidas entre los 3 y los 6 años. Fueron aplicados como instrumentos de recogida de información las fichas de observación y la encuesta. Los resultados arrojaron escaso dominio de habilidades lingüísticas en los niños y poco conocimiento de estrategias en los docentes para lograr el desarrollo de las mismas. Los docentes reconocen dicha problemática, sienten que les faltan recursos pedagógicos para mejorar las competencias lingüísticas en los estudiantes.